Todos somos una StartUp
Antes de que me líen de nuevo: estoy en la fase semilla de una StartUp y es un sprint tras otro.
Intro de 20 segundos
Un corte de luz en alguna zona perdida de Latam me dejó escribir hoy. Esto es como cuando el carguero no salió de Shangái y… ni modo. Nos ponemos creativos en la espera.
Esta semana fuimos a un Venture Capital para ver cómo los fundadores de 3 ideas las defendían a capa y estadística. Todas necesitaron éstas 3 cosas en común:
¿Qué c*#%& es una StartUp?
Entérate en 30 segundos
Es una promesa. Y en este caso en particular se gestó tras validar un producto específico, físico, en unos 1000 clientes. Los famosos primeros 1000 clientes, seguidores, lectores. Con esa base de datos, interacciones y ajustes, a pico y pala se descubrió una veta. Que no es otra cosa que una necesidad, algo que necesita una solución económica, eficiente y comprensible.
Consigue que tus clientes te cuenten lo que necesitan. Escúchalos.
Por eso una StartUp es la promesa de la primera revolución industrial de que la tecnología nos haría la vida mejor. Se empaqueta, se prueba y se vende. Y sólo si funciona en su promesa, seguirá adelante.
Vender es validar
La diferencia en 40 segundos
Tener un buen desarrollador, bien. Si tienes más de un par, estás en ligas mayores. Capaz puedas sacar ya una app que sirva en modo freemium.
Bien, bien.
Pero hay algo mejor que tener un desarrollador o un par: tener un vendedor con un par.
Levantar el teléfono, ir a las ferias, presentar tu producto en todo evento empresarial sobre StartUps. Prepárate para hablar en público, al público, y, de nuevo, escuchar lo que tienen para decirte. Sobre todo cuando te resaltan lo que no funciona, lo que no gusta o lo que no convence.
Podría decirte que en la venta escuchar bien cuando te dicen que no es casi asegurar la siguiente venta. Ajusta, ajusta, ajusta todo lo que sea necesario en base a lo que los potenciales clientes te digan.
Luego ya pasas al desarrollo, pero con la misma filosofía: lanzar, probar, ajustar, mejorar. Quemar la idea inicial hasta que caigan todas las capas innecesarias.
Todos a la Base de Datos
Ordenadito en 40 segundos
Pongamos por caso a Picasso, en París, cuando empezaba a forjarse un nombre y casi podía pagar un alquiler. Necesitó de Daniel-Henry Kahnweiler, un hábil marchante que le vendía las obras y le llevaba las cuentas. O no habría continuado su veta cubista.
Rompamos la idea romántica de una StartUp: ¿cómo recolecta nombres, teléfonos, emails de sus clientes? ¿Y lo que compran? ¿Sus opiniones?
Entremos en materia si también te digo que hay proveedores, facturas de servicios y servidores, de materia prima, de diferentes puntos de fabricación, pagos, compras, números de identificación de cada operación, puntos de venta (online y offline) con sus diferentes comisiones, contratos por web a tener en cuenta.
Todo eso en una sola base de datos. De nuevo, la permanencia de la información por la cual el homo sapiens empezó a pintar en cuevas.
La que manejamos:
Sencilla y potente. Te deja cambiar, agregar, vincular todo lo que necesites y más. Incluye escaneado de código de barras.
La lección de esta entrega:
Todos necesitamos una idea que contar, una presentación memorable, un registro/historia.
Así que TODOS PODEMOS INICIAR UNA STARTUP. No exagero.
La claves están en orden:
Inspiración
Persuasión
Historial
Te dejo por aquí un ejemplo de una StartUp que está hasta en la sopa de las publicaciones sobre StartUps:
Me gustó mucho su lema: “Vendimos la moto, sin tener la moto”
Ya lo comentaré en mi próxima escapada.